lunes, 21 de enero de 2008

El caso de la mujer imaginada

Frida Kalho

A veces creo que la única solución que existe para salvar el recuerdo de la relación con algunas personas pasa por borrarlas de la vida de uno para siempre. Así fue que cuando aquella mañana sonó el teléfono pensé que estaba dando un salto a mi pasado y que me estaba metiendo de lleno en cualquier día de hace años. El tiempo corre tan distinto para cada ser humano.

“No sé. No entiendo. Que son todos esos títulos. Sabes, yo sólo quería saber de ti. Realmente, de una parte de ti. La que me interesa. Quiero saber de tu vida personal. No puedo fingir ser tu amigo. Sólo espero que se abra esa grieta que me permita entrar. Que me dé una oportunidad. Sé que tú vives una vida latente. Que tu vida pasa. Que se te escapan los días. No, no lo estoy inventando. Estoy seguro. Sabes, yo he cambiado. Ahora soy otro. Aunque por mis preguntas, por mis parlamentos no lo parezca. Escucha el tono. ¿El tono es distinto? Tal vez, te sorprenda que sea tan directo. Que te pregunte por tu novio. No, no me reproches. Yo soy así. Probablemente, no entiendo de esas fronteras invisibles llamadas intimidad y respeto. Y que, soy así.
No te enfades nuevamente conmigo. Estoy enamorado. Eso es todo. Siento que el mundo está lleno de hipócritas. Y yo no quiero serlo. Podría dilatarlo todo. Esperar. Pero que sentido tiene. Digo lo que quiero decir. Sé que me quieres pero no te atreves a verlo. Por como hablo podrías sentir que creo que eres una pusilánime. Una cobarde que no se decide a venir conmigo. Pero no cambiemos de tema. Sé que podríamos comenzar un proyecto de vida. Sé que cada vez tenemos menos tiempo y eso me impacienta. ¿Estás embarazada?
¿No te sorprendas? Es que no quiero que se me pierda el tiempo. No quiero tener que correr un día de estos tras el reloj.
¿Qué te trato como una secuencia? ¿Qué me creo que eres un argumento que se me resiste? ¿Qué no lo sé resolver? Pues, claro que lo sé resolver. Déjalo todo y vente conmigo. Siempre has querido hacerlo.
¿Qué nunca has querido hacerlo? No sabes lo que dices.
No es así. Yo lo sé. Tengo una premonición. Siempre la he tenido. Sé que muchos la llamarían obsesión. Que muchos dirían que no eres más que una invención grabada en mi córtex. Dirían que estoy enfermo. Pero, no te equivoques. No estoy retomando la misma escena sólo porque no me gusta tú respuesta. Porque no me resigno a aceptar tu decisión. Tu rechazo.
Bueno, está bien, si quieres lo dejamos aquí pero creo que vuelves a equivocarte. Que estás tirando tu vida por la ventana. Lo tienes tan fácil. No te entiendo. No sé."

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