martes, 1 de abril de 2008

Coreografía de un sueño


"Cuando el águila remonta el vuelo, muy por encima de la tierra, durante un tiempo no se ve su sombra en parte alguna; Pero ave y sombra siguen unidas. Así sucede también con nuestras acciones: cuando se reúnen las condiciones adecuadas, sus efectos se ven con claridad"

Rimponché



La he buscado en todos los sitios que conozco, incluso en los que desconozco y no la he encontrado. Llueve, hace tiempo que llueve. Cuando llegué a este territorio ya llovía. Y ahora todo huele a mojado. Creo recordar haber pisado la tierra húmeda para ir a buscarla pero la lluvia está diluyendo la memoria. El pensamiento comienza a desaparecer lentamente dejando en su huída: líneas angostas y serpenteantes, crípticas, largos recorridos, sendas escarpadas, caras norte, vientos helados... sombras alargadas y frías. Dice Marías: "la vida no es contable, y resulta extraordinario que los hombres lleven todos los siglos de que tenemos conocimiento dedicados a ello, empeñados en contar lo que no se puede... A veces pienso que más valdría abandonar la costumbre y dejar que las cosas sólo pasen. Y luego ya estén quietas."
La primavera ha empujado al invierno y éste a su vez ha alejado el otoño. Ya no caen las hojas de los chopos y los abejarucos... ¿Dónde están los abejarucos?
Mueve diez centímetros el espíritu y siete el cuerpo, dice una voz. El tiempo discurre desde el hoy hasta el ayer. El camino conserva la memoria diseminada en las piedras. Alguien dijo, y hoy lo repite: que la historia no es más que una caja de herramientas.

Ilustración Alma Larroca

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