jueves, 27 de octubre de 2011

Hondamente realista



Ato cabos y voy tejiendo lentamente una red que se alza sobre el suelo. Una malla que cierra cada vez más sus agujeros. Doy un paso y dos y tres… y más tarde, rompo el camino pintando en él un paso de cebra. Agito los libros y de ellos resbalan las palabras que como un ejército se forman en frases dispuestas para la batalla.

Rompo las líneas escénicas y escribo una obra para tres personajes y un pájaro. Sugerir y no mostrar - les digo - y ellos me miran como si la locura hubiera hecho mella en mis pensamientos.

“Cuando dudes, cuando estés perdido, no te detengas. En lugar de eso, concéntrate en lo pequeño. Observa, encuentra un detalle en el que concentrarte y haz eso. Olvida el gran cuadro por el momento. Simplemente, pon tu energía en los detalles de lo que ya está ahí. El gran cuadro acabará por desplegarse y revelar su naturaleza si te apartas del camino durante un momento” – dice Anne Bogart.

Y eso hago. Miro alrededor buscando. Me alejo del escenario y observo la situación entre bambalinas. Recuerdo “La Gaviota”, muerta por un cazador que pasaba por allí y no tenía nada que hacer. Ahora ya no puede escapar a su destino. Atrapada por las fuerzas de un imán que la llevan a un lugar lleno de claroscuros.

“Día y no noche me acosa la necesidad de escribir, escribir, escribir. Apenas he terminado un libro, algo me impulsa a escribir otro, y luego un tercero, y un cuarto. Escribir sin cesar… No puedo escapar de mí mismo, aunque siento que estoy acabando con mi vida…Apenas el libro ha salido de la prensa, se me vuelve odioso. No es lo que yo quería; incurrí en un error al escribirlo. Me siento irritado, desanimado…Luego el público lo lee y dice: “Sí, es muy hábil, muy bonito, pero ni remotamente tan bueno como Tolstói” escribe Chéjov. Y el gran Liev Nikoláievich le advierte: “A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa”

Regreso entonces a mis personajes.

3 comentarios:

uve dijo...

una preciosidad de texto y de reflexión.

uve dijo...

tot plegat ben poc,
però la bellesa
és feta de petites coses quotidianes.
com l'escalfor del sol,
o algun somriure,
o un poema retallat de dins del diari.

Dolors Cubí, "Les coses petites"

El peaton del aire dijo...

Les coses grans estan fetes de coses petites. La realitat no és més que un trencaclosques.