viernes, 25 de junio de 2010

El viento




La señal. Ángel Mateo Charris (2003)


"Cuando recientemente me retiré a casa, estaba decidido a no inmiscuirme, dentro de lo posible, en asunto alguno, y a pasar en paz e intimidad el poco tiempo que me quedaba de vida. Me parecía que la mejor manera de satisfacer mi espíritu era dejarlo en completa ociosidad para explayarse y entretenerse con sus propios pensamientos. Y esperaba que con el paso del tiempo, habiéndose vuelto mi espíritu más maduro y estable, podría hacerlo con más facilidad. Pero ocurrió lo contrario. Como un caballo desbocado se dio cien veces más rienda suelta. En mí surgió toda una horda de quimeras y formas fantásticas, una tras otra, sin orden ni concierto. Y para contemplar con más frialdad su extravagancia y absurdidad, comencé a ponerlas por escrito, esperando que con el tiempo mi espíritu se avergonzaría de si mismo. Un alma que no se fija una meta, se pierde. Quien quiere estar en todas partes no está en ninguna. Ningún viento ayuda al hombre que no va a puerto alguno."

"Montaigne". Stefan Zweig


Stefan Zweig preparó todos los detalles para su muerte. El veneno, las cartas de despedida a sus amigos y el destino que debía correr su cuerpo una vez abandonado. Pero su adiós no fue una deprimente nota que plasmaba su angustia deseperada, esa que vivía en una Europa que se venía abajo, ni la sobredosis de Varonal que tomó junto a su esposa sino un ensayo. Trazo un retrato de Montaigne, el pensador renacentista que elogió la belleza de la muerte voluntaria. "La vida depende de la voluntad de los otros; la muerte de la nuestra"



Trivia. Ángel Mateo Charris (2003)

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