miércoles, 3 de septiembre de 2008

La inexistencia



Como explicarte que eso que te atormenta no existe. Como decirte que nuestros cuerpos, cuyo pasado buscas, tan desesperadamente, no son más que un espacio vacío, con elementos diseminados por doquier. No somos más que partículas subatómicas, energía e información, tal vez falsa, cuya existencia escapa a cualquier aprisionamiento temporal o espacial.
Como hacerte aceptar que nuestros átomos pueden estar en dos sitios a la vez. Que nuestra edad es la eternidad de esas briznas, que no envejecen.
No somos sólidos, ni estables, nunca lo hemos sido. Nos intercambiamos permanentemente con el cuerpo expandido del universo. Detén pues tu idea de tiempo lineal, de tiempo que viaja hacia atrás. Créeme somos física cuántica. La realidad no existe y el pasado tampoco.

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