viernes, 3 de octubre de 2008

Asesin-Arte

Fotografía Ana Yturralde (Exposición Crimen 08)

¿Nunca han hecho cosas sólo por el mero hecho de que no debían hacerlas? ¿No han matado nunca a nadie por aburrimiento? Lo que voy a contarles puede que les suene falso, puede que les provoque el impulso irrefrenable de desear mi muerte. Sé que pasaran por sus cabezas infinidad de torturas, acuchillarme, cien, doscientas, tal vez cuatrocientas veces, sacarme los ojos y dejarlos mirando al cielo, esperando que los devoren los jilgueros, ahorcarme y estirar tanto mi lengua que con el balanceo de mi cuerpo inerte, pueda lamer mi sangre en el suelo o tal vez prefieran sumergir mi cabeza en la taza de un nauseabundo baño, donde yacen podridos infinidad de peces muertos.
Pero saben, sé que no serán ustedes los que lleven acabo mi ejecución, ese deseo incontrolable de asesinarme. Y no lo harán porque pueden verles, porque sus imágenes quedarían malogradas en ese espejo ineludible que son los ojos del prójimo, porque son cobardes, porque no se atreven a mirarse a si mismos y admitir que son crueles, que la perversidad les despierta de madrugada. Si pudiera acabaría con todos ustedes ahora mismo. Pero antes quiero contarles…

…relató cosas horribles e inimaginables. Y los allí presentes comenzaron a aullar y adoptaron formas terroríficas. La embistieron con el coche tantas veces como pudieron. Oyéndola gritar, escuchando sus huesos crujir y comprobando que seguía viva. Nada les excitaba más que creerse la mano de la divina providencia y ver tan de cerca el miedo, el dolor y la humillación. Les fascinaba escuchar los gritos de desesperación de la mujer al ser atropellada.

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