jueves, 28 de febrero de 2008
Sexo seguro
Ella
No hasta que por fin me haya mordido el anzuelo, se dijo. La viuda le desafiaba desde un extremo de la mesa. Él la desnudaba con la mirada, le había traído un regalo cuidadosamente envuelto. Conocía los mortales efectos del amor y se movía con cautela. Esquivó la taza de café y fue acercándose poco a poco. Con delicadeza empujó el paquete. Ella lo desenvolvió. Uhmm… una mosca. Se relamió con lascivia. Mientras ella comía, él se dispuso para la cópula. Ya la tenía entretenida. Entonces, una mano percibió a la araña hembra junto a la taza y cayó como una losa sobre sus ocho patas.
Él
No hasta que por fin me haya mordido el anzuelo, se dijo. La viuda le desafiaba desde un extremo de la mesa. Él la desnudaba con la mirada, le había traído un regalo cuidadosamente envuelto. Conocía los mortales efectos del amor y se movía con cautela. Esquivó la taza de café y fue acercándose poco a poco. Con delicadeza empujó el paquete. Ella lo desenvolvió. Uhmm… una mosca. Se relamió con lascivia. Mientras ella comía, él se dispuso para la cópula. Ya la tenía entretenida. Entonces, una mano percibió a la araña macho junto a la taza y cayó como una losa sobre sus ocho patas.
Ilustración Ana Juan
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3 comentarios:
te he leído algún relato ¡bravo!, me gustan, volveré y leeré mas cuando tenga un rato mas largo.
felicidades, ánimo y a seguir !!!
...mmm, otra cosa, ¿me dejas poner tu enlace en tardamucho?
¿fan? Ya está tu blog en los links de tardamucho. Y claro que puedes utilizar lo que quieras para lo que quieras. Besazo!
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