miércoles, 27 de enero de 2010

Los peces de Renard




En 1719, en Amsterdam, se editó por primera vez el libro “Poissons, Ecrevisses et crabes de diverses couleurs et figures extraordinaires qui l’ou trouvé autour des Isles Moluques et sur les Cotes des terres Australes”, el título traducido al castellano, sería algo así como “Peces, cangrejos de río y cangrejos de mar de diversos colores y formas extraordinarias que se encuentran en torno a las Islas Molucas y en las Costas de las tierras del sur…” su autor Louis Renard utilizó los dibujos originales que realizó Fallours Samuel (no todos los que aparecen en la obra son de dicho autor). El libro fue reeditado en 1754, es una obra muy rara de la que existen muy pocas copias.





Se ha especulado mucho sobre si estos animales existieron realmente. Theodore Pietsch, un experto en la materia, asegura que algunas de las criaturas sí son reales aunque otras no. Algunos de los animales fueron dibujados siguiendo las explicaciones de aquellos que los habían visto, saltándose así los criterios de rigor científico.





El libro contiene 460 grabados realizadas en 100 planchas de cobre. Renard tardó treinta años en dar por finalizado su trabajo. Contiene 415 peces, 41 crustáceos, 2 insectos palos, 1 dugongo y 1 sirena. Los grabados no van acompañados por ningún texto, excepto por curiosos comentarios al lado de cada animal. Se valoraba si eran o no comestibles y se añadía en caso de serlo una pequeña receta.

La leyenda que acompaña a la sirena es especialmente curiosa. Se dice que fue capturada en la Costa de Ambon. Medía 59 pulgadas de largo y narra como al levantarle las aletas descubrieron bajo ellas el rostro de una mujer. La sirena vivió durante 4 días y 7 horas en un tanque de agua y lloraba con un sonido similar al de un ratón. Se negó a comer a pesar de que se le ofrecieron peces…finalmente murió de inanición.

Louis Renard (1678 –1746) es un personaje en sí muy curioso. No era naturalista. Fue editor de libros durante unos 17 años pero también se dedicó a la venta de medicamentos, así como al espionaje. Fue espía de la Corona británica durante el reinado de la reina Ana, del rey George I y George II. A pesar de que se trataba de una actividad que en teoría debía ser un secreto, Renard curiosamente utilizó está actividad clandestina como reclamo para promocionar los libros que editaba. Se presentaba en ellos como “Louis Renard, agente de su majestad británica”.



Se pueden ver muchas más láminas en www.rarebookroom.org



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