jueves, 4 de septiembre de 2008

El error


El serenatero gustaba de enseñar equilibrios a las cabras.
Éstas como bailarinas le acompañaban en sus recitales nocturnos. Los animales le miraban incrédulos durante las clases, mientras él hacia aspavientos ridículos, sobre un taburete de madera, en el que apenas le cabía los pies. A las rumiantes no les interesaba el baile, preferían cantar y tocar la guitarra. Cansadas, decidieron montar un grupo de pop “Los escarabajos” y le propusieron al hombre ser su road manager. Éste las rechazó por locas. Años más tarde, en la radio, las cabras, le dedicaban su éxito: “Help”. El serenatero que en ese momento cantaba en la ducha, resbaló.
Ilustración Simón del desierto

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